Kurozu-cho, un pequeño pueblo nebuloso en la costa de Japón, está maldito. Según Shuichi Saito, el novio retirado de la adolescente Kirie Goshima, su ciudad no es perseguida por una persona o ser sino por un patrón: uzumaki, la espiral, la forma secreta hipnótica del mundo. Se manifiesta en todo, desde conchas marinas y remolinos en el agua hasta las marcas espirales en los cuerpos de las personas, las obsesiones locas del padre de Shuichi y la voz del caracol en nuestro oído interno. A medida que la locura se extiende, ¡los habitantes de Kurozu-cho son arrastrados cada vez más a un remolino del cual no hay retorno!