Jeremy Wilderson no es un ladrón. De hecho, él es el único especialista en recuperación de robos de su escuela secundaria. Teléfonos celulares confiscados, dinero para el almuerzo robado: todo lo recuperará discretamente antes de que suene la última campana. El negocio es bueno, y si no fuera por la intromisión de la investigadora privada preadolescente Becca Mills, sería más feliz que un profesor de gimnasia en día de fútbol. Pero un nuevo trabajo destruye su cómodo estilo de vida. Ahora, gracias a Jeremy, la llave maestra de los casilleros de las escuelas está en manos de un aspirante a capo del crimen que no tiene exactamente el fuerte carácter moral de Jeremy. Pronto, ni siquiera las cerraduras de combinación pueden proteger los libros de texto y las chaquetas de los estudiantes. Recuperar la llave es un trabajo demasiado grande para un luchador contra el crimen, y solo una persona quiere que le devuelvan la llave tanto como Jeremy: Becca Mills. Los armarios están siendo robados, los maestros están buscando al culpable, y la única persona a la que Jeremy puede recurrir es a la chica que más quiere verlo en la oficina del director. ¿Podrá Jeremy confiar en Becca lo suficiente como para recuperar la llave en las manos adecuadas? ¿O podría terminar sancionado hasta el fin de la secundaria?
