En1979, Marisa Godínez comenzó a dibujar en Monos y Monadas y luego en otras publicaciones de
nuestro medio. Como no podría ser de otro modo, su trabajo se centró en lo que era su mundo, el
mundo de puertas adentro, el exclusivo mundo que la sociedad destinaba a las mujeres, esa
sociedad que hasta hoy divide a los humanos según el sexo con el que nacieron.
Ella no sabía entonces que aquellos dibujos sin texto iban a decir tanto para futuras generaciones
de mujeres. Una dibujante de humor usando su vida privada como tema, ¿a quién le podía interesar
cómo vivía o lo que sentía una mujer en su casa?
Estos dibujos salieron de ese lugar solitario, sin esperanza, sin recompensa y sin rescate aparente.
Luego comenzó a trabajar y militar en el mundo feminista donde se le develaron repuestas a
preguntas que no sabía que podía hacer. También conoció a las que serán para siempre mis
amigas/hermanas, con las que fue creciendo, hallando similitudes y explicándose el mundo de otra
manera. Fue descubriendo su identidad de mujer-artista feminista-madre... y finalmente fue
encontrando su voz. Este libro es el testimonio de ese viaje.
Godínez crea con palabras y silencios, con imágenes y vacíos, para tratar de componer
algo distinto con esos pedazos que quedaron dispersos tras el derrumbe de la
experiencia.