En un parque de la ciudad se descubre el cadáver de un niño de once años víctima de violación. Testigos oculares y huellas digitales señalan inequívocamente a uno de los ciudadanos más populares de Flint City: Terry Maitland, entrenador de las Pequeñas Ligas, profesor de inglés, esposo y padre de dos niñas. El detective Ralph Anderson, a cuyo hijo Maitland entrenó alguna vez, ordena un arresto rápido y muy público. Maitland tiene una coartada, pero Anderson y el fiscal de distrito pronto tienen pruebas de ADN para acompañar las huellas digitales y los testigos. Su caso parece irónico. A medida que la investigación se expande y comienzan a surgir detalles horripilantes, la historia se acelera, generando una fuerte tensión y un suspenso casi insoportable. Terry Maitland parece un buen tipo, pero ¿tiene otra cara? Cuando llegue la respuesta, te sorprenderá como solo Stephen King puede hacerlo.