Durante décadas, la belleza y la grandeza del pura sangre árabe ha encantado los corazones de las personas. Son considerados inteligentes, ligeros, nobles, curiosos, sensibles, perseverantes, muy apegados al hombre. Para Gabriele Boiselle, estos caballos también tienen un significado muy especial, ya que un encuentro mágico con un semental árabe fue el momento decisivo para que se dedicara por completo a su pasión como fotógrafa ecuestre.