Pere Bitxo empieza con mal pie su jornada laboral. Como cada mañana recoge con su vieja furgoneta a las chicas y a la pareja de travestis del local nocturno Complicité. Cuando los deja en el pueblo donde viven, el Bitxo pone la caja isotérmica dentro de la furgoneta y empieza el reparto diario de huevos por diversos establecimientos. Sin embargo, esa noche, en su itinerario bajo la lluvia tendrá que afrontar una carga imprevista e inconcebible