Nunca fui la chica popular en el colegio. No me sentía bien con mis
gustos, con mi cuerpo, ¡con mi vida! Sentía que era diferente a todos los
demás y me esforzaba muchísimo por encajar. Sin embargo, ¿quién dijo
que ser diferente está mal?
Hoy sé que muchas de las cosas que odiaba de mí cuando era
adolescente en realidad me hacían única. Y empecé a verlo cuando
decidí pintar las cosas con un poquito de rosa. Este libro es ese baldazo
de agua fría que me hubiera encantado darle a mi yo de quince años.
Todo lo que yo hubiera deseado saber antes, hoy quiero que lo tengas tú.