De inicio, nos sorprende con una aseveración: ¡las estrategias no se implementan al nivel del Plan Estratégico! Recién se concretan al incluirlos en un presupuesto anual, que incorpore al funcionamiento habitual las innovaciones y los cambios. O sea: no el presupuesto “a la antigua”, con normas burocráticas y metas rígidas, ni la simple planilla Excel llena de números, sino un Plan Operativo en el cual todo esté relacionado, basado en sólidas “estrategias de implementación de las estrategias”.