Aquel da en la ciudad de Mxico, en una esquina de la colonia Doctores, bajo un sol calcinante y atrapado en el coche robado que acababa de comprar, Jose cambi el sentido de su existencia: "Necesitamos un golpe,"" se dijo. Y eso lo entusiasm repentinamente. Minutos antes del instante definitivo de su vida, un polica sin cuello haba abrumado a Jose pidindole que abriera la cajuela, donde guardaba equipo suficiente como para clonar todas las tarjetas de crdito expedidas durante el siglo XX. Las incomodidades y los contratiempos de los golpes medianos lo tenan harto. Necesitaba dar un golpe final, retirarse prematuramente, olvidarse de todo.