Para el autor el verdadero arte es aquel que encarna los anhelos del lector, el que, obedeciendo a las leyes de la ilusina, satisface las promesas que la vida cotidiana imposibilita. Toda lectura debe ser absorbente y voluptosa: es la memoria activada y creada que nos despoja del trayecto habitaul para olvidarnos de nosotros mismos y habitar la imaginación. Los ensayos nos llevan a la reflexión sobre temas tan diversos como la literatura, las costumbres y los recuerdos, todos ellos dominados por un poder evocativo directo y profundo, y nos permiten descubrir los gestos de la vida el germen de una época.