Un relato conmovedor y lleno de humor, con divertidas ilustraciones de Ulises Wensell, sobre el apoyo y la alegría que pueden darnos los protagonistas de nuestros cuentos favoritos en los momentos difíciles. Matías no es precisamente el chico más popular del aula: es feíto, no juega al fútbol, es muy tímido y no tiene padres. Pero la cosa empeora cuando muere su abuelo. Entonces se queda más solo que una lechuga en un gallinero. Afortunadamente, unos inesperados amigos vendrán en su ayuda: el príncipe Guillermo, el hada Luz y el brujo Gorgon, los personajes del cuento que su abuelo siempre le contaba y que, desde su desaparición, se han quedado sin trabajo. Es verdad que ellos tampoco son perfectos. Más bien son un poco torpes y no entienden el mundo de las cosas reales. Pero se harán amigos de Matías, y con él vivirán las más disparatadas aventuras, escaparán de los más terribles peligros y, sobre todo, traspasarán la tenue frontera entre la realidad y la fantasía.