Desde las páginas de los suplementos y los periódicos, y desde susálbumes recopilatorios, el bonaerense Liniers sigue iluminando lasmañanas y las noches de muchos lectores con sus historias macanudas.Sus personajes, su trazo y sus tonalidades pastel, todos ellosinconfundibles, nos transportan a un mundo aparentemente naíf, pero, ¡cuidado!: como dice Roberto Fontanarrosa en el prólogo a este tercervolumen de Macanudazos, esa es la «la primaria ingenuidad del leónque se morfa (se zampa) una gacela».