Nuestros Dalton favoritos se pudren en la cárcel cuando el destino llama a su puerta. ¡Tienen que encargarse del cuidado de su sobrino! Afortunadamente, Lucky Luke es el encargado de vigilarlos y ayudarles con los cuidados del niño... ¡que solo piensa en comer! La gente de Villa Ricachona no verá con buenos ojos la llegada de los tíos Dalton a su tranquila ciudad...