A través de una serie de desaventuras, el primo Pinpín aprende a apreciar la torpeza y amabilidad de Vavaca. La Vavaca recibe la visita de su primo Pinpín. Ella está tan contenta que lo lleva a conocer todos los rincones de la isla. Pipín se ve inmerso en un tornado de situaciones cómicas, increíbles y peligrosas; él, que sólo aspiraba al descanso y a la calma. ¡Oh, pobre Pinpín!