Es una tierra para el hombre, a la vez madre y madrastra, a veces traicionada, pero siempre amada. Es una tierra soberana, pura fuerza y armonía natural. La primera es materia plasmada y expresión original de la más evolucionada forma de vida. La segunda es un sublime mecanismo, una sinfonía sin estridencias, una balanza en perfecto equilibrio. En este volumen hemos querido presentar una Tierra en la que el hombre no es tanto el protagonista como el extasiado observador, pero no de carreteras,