Elisea era un próspero reino donde abundaban los sembrados y los rebaños. Pero un día el suelo comenzó a temblar, y el reino sucumbió en las entrañas de la Tierra. Los sobrevivientes a esta tragedia cavaron túneles, se alimentaron de raíces y hongos, y hasta se acostumbraron a la oscuridad, el frío y la tristeza infinita.