Los textos más antiguos de I Ching fueron escritos hace más de tres mil años y son algunas de las obras fundamentales del pensamiento chino. Basado en el diálogo con las raíces taoístas, este texto está organizado en torno a los 64 hexagramas que le dieron la forma que conocemos hoy. Este texto es a la vez un compendio filosófico y un oráculo.