Este libro devela la connotación múltiple y diversa de la “guerra civilizadora” que Chile se propuso pelear con sus vecinos. Para ello plantea una aproximación al conflicto trinacional desde diferentes espacios : la sala de comando en La moneda, las plazas públicas de Curicó o Talca, los campamentos militares desperdigados desde Antofagasta hasta La Libertad, las redacciones de los periódicos o los púlpitos de las iglesias.