Liza es muy hábil e inteligente. Le va bien en los estudios y siempre tiene una respuesta para todo. El único problema es que le gustan demasiado las golosinas, al punto de que casi no puede vivir sin ellas, y trata siempre de tener a la mano una goma de mascar. Liza cree que no pasa nada, pero que la mantienen sana y fuerte. Blanca, su hermana menor, casi sigue el mismo camino, pero retrocedió, primero para salvarse ella y después a Liza, quien deberá pasar por una experiencia extrema si quiere volver a encontrarse con lo mejor de sí misma.