Flora sigue sigilosamente a un elegante flamenco. Este parece no percatarse de su presencia hasta que por fin la ve. Entonces, el flamenco y la niña comienzan a conocerse, a jugar y a bailar una danza que no suena porque ellos no necesitan de palabras ni de música para entenderse. Un libro elegantemente diseñado en tonos rosas en el que resuena una hermosa historia de amistad y de confianza en uno mismo.