En Dándole pena a la tristeza, Alfredo Bryce Echenique se sumerge en el mundo íntimo —y, a ratos, en los bajos fondos— de la acaudalada familia limeña Ontañeta Tristán. El autor alterna la comedia de costumbres con virajes hacia la novela negra, resueltos con humor e ironía. Odiándose amorosamente, los descendientes de don Tadeo se disputan y heredan la oscura vara del poder, que se mece en casonas del Centro de Lima, La Punta o el Olivar de San Isidro, y reluce en los salones del Club Nacional y del Lima Golf Club. Con prosa ágil y mordaz, Bryce traza un retrato tierno, feroz e implacable de un linaje que lo pierde todo: una crónica de privilegios, intrigas y ruinas emocionales que desnuda, sin concesiones, los mecanismos de la alta sociedad limeña.