Las dos dimensiones de nuestra vida, el desarrollo laboral y profesional por un lado y por el otro la plena realización de las necesidades y deseos personales de nuestra existencia, han entrado en colisión en los últimos tiempos. Resolver esta cuestión es uno de los ejes que nos dará equilibrio como seres humano y muestra la evolución de las organizaciones en las que nos movemos. El tema es complejo. El hombre y la mujer necesitan, por razones económicas y psicológicas, crecer en el ámbito laboral lo que sin duda implica un proceso altamente demandante. Pero también anhelan disponer de energías suficientes para su dimensión personal, que no solo está referida a su familia sino a una variedad de intereses y sueños. La cuestión es cómo conciliar, tal como dice Martha Alles, todos estos requerimientos.
