La chía, uno de los cuatro cultivos principales de los aztecas cuando Colón llegó al Nuevo Mundo, ofrece el mayor contenido de ácidos grasos omega-3 disponible en el reino vegetal. Las civilizaciones precolombinas usaron la chía como materia prima para elaborar medicinas, compuestos nutricionales, y como fuente energética en los viajes prolongados. En este libro, dos ingenieros, uno en producción agropecuaria y otro en maquinaria agrícola, revelan el potencial moderno de este olvidado cultivo.