Caroline Cashion queda atónita cuando una resonancia magnética revela que tiene una bala alojada cerca de la base de su cráneo. No tiene sentido: nunca le han disparado. Ella no tiene cicatriz. Cuando se enfrenta a sus padres, descubre la verdad: fue adoptada cuando tenía tres años, después de que sus verdaderos padres fueron asesinados a sangre fría. Caroline había estado allí la noche del ataque, y había recibido un solo disparo en el cuello. Enterrados demasiado profundamente entre los nervios vitales y los vasos sanguíneos, los cirujanos lo dejaron y cosieron a la niña traumatizada con la bala todavía adentro. Ahora, treinta y cuatro años después, Caroline regresa a su ciudad natal para aprender todo lo que pueda sobre quiénes eran sus padres y por qué murieron. Un policía que trabajó en el caso revela que incluso después de todos estos años, la policía todavía no tiene pruebas suficientes para atrapar a su sospechoso. La bala en el cuello de Caroline podría identificar al asesino y esa persona hará cualquier cosa para mantenerla fuera de las manos de la ley. Ahora Caroline tendrá que decidir: ¿correr por su vida o quedarse y luchar?