Para encontrar el verdadero camino, a veces tienes que perderte
Amy no quiere que llegue el verano. Su madre ha decidido mudarse al otro extremo de los Estados Unidos, y ahora Amy tiene que llevar el coche de California a Connecticut. El problema es que, desde la muerte de su padre en un accidente de tráfico, no se siente capaz de ponerse al volante. Y aquí entra Roger, un amigo de la infancia que también debe viajar al otro lado del país, y que carga con sus propios problemas.A medida que avanzan, ambos descubrirán que las personas que menos esperas pueden convertirse en las más importantes y que a veces es necesario dar algunos rodeos para llegar a casa. «Una lectura de verano casi perfecta que dejará a los lectores con ganas de viajar y de enamorarse.»Publishers Weekly&nbcp; «Uno de los viajes más emocionantes, irresistibles y maravillosos que he vivido en mucho, mucho tiempo.»