Soy perseverante y no me rindo. Construyo cada día de mi vida teniendo en cuenta mis metas y todas las cosas que me hacen sentir viva y feliz. No tengo miedo a tomar riesgos, probar cosas nuevas y a atreverme a explorar las infinitas posibilidades que la vida me ofrece. Me organizo bien para que la vida no me abrume y pido ayuda cuando la necesito. Solo tratando y fallando es que APRENDERÉ y LOGRARÉ. No le tengo miedo a equivocarme, porque me perdono y me abrazo todos los días. Me doy permiso para pasar por todas las emociones: llorar cuando lo necesite y gritar abajo del agua (o frente al mar). Tendré las conversaciones incómodas que necesito para mejorar mis relaciones. Tomaré acción y no esperaré a que los demás lo hagan. Aprenderé a hablar sin miedo y con asertividad, a escuchar con receptividad y a perdonar. Estoy en constante expansión y me doy permiso para reinventarme todos los días. Creo que las cosas buenas vienen cuando uno sabe qué quiere y trabaja para lograrlo.