A Andrea del Bosque le encanta el inicio del año escolar, con su típico olor a cuadernos nuevos, a lápices recién tajados, y la posibilidad de ver todos los días a Lorenzo Beltrán. Lo que no le gusta nada es soportar los chistes crueles de Mario Darío Galarza, y menos cuando molesta a Fernando Arosemena, el profesor de Castellano. Pero entre las clases y las tareas de su curso favorito, Andrea descubrirá que Mario no es lo que parece. He aquí el otro lado de Voy a salir jalado en Castellano.