Lázaro (nombre derivado de desdichado) nos cuenta en esta novela, a la manera de una autobiografía indirecta, su proceso de aprendizaje en el duro mundo de la España del siglo XVI: su escuela fue la calle y sus maestros, los diferentes amos a los que ha servido. Por medio de argucias y trucos, Lázaro logra sobrevivir contra las condiciones más adversas. Clérigos, bulderos, capellanes y escuderos son algunos de los personajes aquí perfectamente retratados en sus defectos y en sus aciertos. Esta aventura representa la obra cumbre de la novela picaresca, donde la risa y el ingenio superan a la tragedia de la pobreza. La narrativa en lengua española no sería la misma sin esta obra de obligada lectura.