Arturo ha empezado el tercer año de secundaria con mucha expectativa; no obstante, algunos cambios no serán de su agrado: el nuevo profesor de Literatura suele calificar a sus estudiantes por volumen de hojas y no por contenido. Además, se acerca la fiesta de pre preprom… ¿A quién llevará y cómo hará para que acepte su invitación? Si a estas preocupaciones les sumamos su eterno conflicto con las matemáticas, tenemos un cóctel de estrés adolescente bastante inquietante, pero sumamente atractivo para los lectores quienes se identificarán inmediatamente con estas situaciones.