Prologado por Antenor Orrego, quien descubre en él una “técnica renovadora y distinta, la vocalización de la palabra original, la edénica puerilidad del vocablo, una manera personal y directa con que el poeta rompe a hablar porque acaba de descubrir el verbo, [...] la significación acendradamente americana de la obra de Vallejo es reflejo de su expresión poética original, recién nacida, del ámbito telúrico, geográfico y social de dónde surge”.