uando era solo un mono veía pasar a la gente. Me gustaban sus vestidos de colores. Mamá, ¿por qué no llevamos ropa?, preguntaba a mi madre. Porque somos monos, contestaba ella.
Desde la jaula del zoo donde vive, Bruno, se enamora de la gente. De su colorida ropa, de sus zapatos, de la música y decide que quiere ser un humano. Pero cuando deja de sentirse como un mono y no consigue llegar a ser como una persona, se desata la pregunta más compleja, ¿quién soy realmente?
Un delicado álbum sobre la búsqueda de la identidad y la soledad de sentirse diferente.