Subimos a la bicicleta con Margherita Hack para, con una delicada ironía muy toscana, recuperar su vida al ritmo de pedaleos dulces o desenfrenados. La célebre astrofísica nos cuenta cómo pasó del triciclo a la bici de carrera. En el medio están las subidas florentinas, la universidad, la Segunda Guerra Mundial y el rechazo a adherir al fascismo, el amor por Aldo, quien antes de convertirse en su marido, fue su gran amigo de la infancia y de juegos en el Bobolino, la pasión por el ciclismo y el atletismo, la carrera profesional, el amor por los animales, los viajes al exterior, Trieste y las excursiones en dos ruedas para respirar aire puro en la naturaleza, o los nados placenteros en Barcola… En los últimos capítulos, casi un pedaleo civil, nos describe su trabajo cultural y político, la atención hacia el medio ambiente y sus comentarios sobre el debate en torno a la energía nuclear. En síntesis, nos confiesa cómo es la vida en su “cuarta juventud”, lejos de la bicicleta ya “colgada en el gancho”, pero todavía rica en sueños e ideales.
