Este libro es una introducción a los aspectos de la sociolingüística generalmente conocidos como sociología del lenguaje: el efecto que tiene en las sociedades la diversidad de lenguas y dialectos. Tras una descripción de las consecuencias sociales del empleo de varias lenguas en una sociedad, R. Fasold pasa a tratar la diglosia, fenómeno que consiste en la asignación de determinadas funciones sociales a cada lengua y dialecto. También trata otros aspectos de esta materia, como las fuerzas sociales que llevan a las personas plurilingües a emplear lenguas diferentes y el cambio de una lengua a otra que a veces protagonizan grupos sociales enteros (y lo contrario, la conservación de ciertas lenguas). También analiza y explica la teoría y la práctica de la planificación lingüística y la importancia de la lengua en la educación. El libro trata además de los métodos cualitativos y cuantitativos del análisis del plurilingüismo e incluye un valioso capítulo sobre métodos estadísticos.