Para volver al mundo real, Nene y Kou deberían “matar” a las versiones pintadas de Hanako y Mitsuba dentro del límite del Número Cuatro. Nene se niega a ese destino y trama otra salida, mientras Kou intenta alcanzar al enigmático Mitsuba. Identidades, lealtades y deseos se ponen a prueba en un mundo falso que no quiere soltarlos.