A los veintidós años, Elizabeth Gilbert hacía todo lo que podía paraevitar un trabajo a jornada completa. Trabajaba en ranchos en Wyoming,montaba a caballo como si fuera una vaquera y se enamoró de los cowboysque constituían el último vestigio de la frontera estadounidense queella echaba tanto de menos. Y entonces conoció a Eustace Conway.Eustace Conway no se parecía a ningún otro hombre. En 1977, condiecisiete años, abandonó su hogar para trasladarse a los montesApalaches. Durante más de dos décadas vivió allí, haciendo fuego conpalos, vistiendo pieles de animales y construyendo, cultivando y cazandotodo lo que necesitaba para subsistir.Elizabeth Gilbert, deslumbrada por sus relatos y aventuras, se decidió areconstruir su vida: la historia del hombre que recorrió el Mississippien una canoa de madera hecha a mano, que caminó los más de tres milkilómetros del Sendero de los Apalaches, y que cruzó los Alpes alemanesen zapatillas deportivas.La crítica ha dicho:«El mejor examen de la masculinidad americana y la naturaleza salvajedesde Hacia rutas salvajes de Jon Krakauer».Outside«Una narración cautivadora, profunda y apasionante».Los Angeles Times«Es imposible no caer en el hechizo de Eustace Conway. Sus logros, sualegría y su fuerza parecen casi milagrosos».The New York Times