Los barcos de vela nos transportan a la era de las exploraciones y a los viajes que unieron el Viejo Continente con las tierras del Lejano Oriente así como de buena parte de América. Aquellos barcos regresaron a Europa abarrotados de valiosos cargamentos pero, también, se convirtieron en naves de combate y sus tripulaciones fueron equipadas con una amplia gama de armas individuales para repeler a enemigos o efectuar operaciones de abordaje.
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