Una mujer vive en la ladera de la montaña, entre la neblina que baja yel follaje feraz. Su misión es cuidar los linderos, avisar al celador decualquier anomalía. En sus cuadernos escribe sobre su rutinaparsimoniosa y los recuerdos de una infancia marcada por una madrebrutal y por el deseo insatisfecho de aprender. Al fondo, se escucha lacantera y el ruido de las camionetas blindadas sobre la destapada. Undía aparece en su jardín un cuerpo, y turbados y cuidadosos de no llamarla atención, con el celador deciden enterrarlo. Pero aparece otro. Yotro y otro y otro…La escritura prodigiosa, característica de Trías, reluce en esta novelainquietante y atmosférica, en la que los tópicos de la madre, laviolencia y la relación con la naturaleza reaparecen, y con cuántafuerza estremecen al lector.La crítica ha dicho:«Vuelve la literatura médium, chamánica, la escritura lírica yclarividente de Fernanda Trías. Si las montañas hablaran tendrían lafuria de su lenguaje».Gabriela Wiener«El monte de las furias es un libro excepcional, duro, descarnado,hermoso, primigenio, terroso y verde, muy, muy vivo aunque ladesaparición y el tiempo sean o parezcan sus protagonistas mayores».Emiliano Monge«El monte de las furias me ha parecido uno de los textos más singularesy poderosos que he leído en los últimos años».Juan Cárdenas«Con meditaciones inolvidables sobre el lenguaje y las palabras que nospesan, El monte de las furias es una novela hermosa para mí, la mejor dela autora hasta ahora sobre todo aquello que triste y necesariamentetenemos que dejar atrás».Giuseppe Caputo