Los filósofos pueden tener diez de los muchachos. Uno construyó la fuerza de los reflejos profundos; el otro, oculto por más pintoresco, mejor puede ser sorprendente. Un filósofo no siempre es un espíritu profundo que produce pensamientos sublimes. A veces también eres un hombre estúpido: misógino, xenófobo, racista o antisemita. Si la filosofía alguna vez nos ha dado resultados incomprensibles, este es el momento de volver: galimatías, horrores, paraljas ... los grandes pensadores se muestran en este libro.