Un fantasma viral recorre el mundo y lo contagia sin remedio con elolvido a la vez que lo inmuniza contra toda creencia en el ayer. Y elmuy paciente Land -haciendo y deshaciendo memoria- se mueve a lo largo yancho de su propia historia y de la de quienes rodean y acorralan yjaquean su infancia y adolescencia y madurez a los largo y ancho de tresGrandes Ciudades.Bienvenidos -de todo corazón- al REC y al REW y al PLAY sin STOP delibros a robar o abandonar o destruir, de fiestas hipnóticas y defunerales en trance, de padres insomnes que sólo quieren ser mejores amigos y de «hijos de... » que sólo sueñan con poder dormir un poco, deBig Vaina y de Nome, de amores que no matan ni mueren sino que seinmortalizan, de escritores fantasmas y de lectores poco confiables, yde verdades y mentiras y secretos escritas o corregidas en azul y rojo.La crítica ha dicho:«Como pasa con los buenos libros, El estilo de los elementos se inventaproblemas que no existen y los resuelve en una región que no existíaantes de que existiera la novela. Esa región es lo que llamamos lofresaniano».Alan Pauls«El estilo de los elementos es una verdadera gozada, un libro escrito enun estado de rara inspiración, con uno de los arranques más hermosos detoda la obra de Fresán».Carlos Pardo, Babelia (España).«Una historia(más...)