En un día con Elcromas puede pasar cualquier cosa. Era un día normal... Hasta que mi gato se convirtió en gato-alien. Simba se ha comido algo radiactivo en la casa del vecino y ahora tengo un gato con antenitas muy adorables que lanza rayos láser por los ojos. Podría ser todo muy divertido, si no fuese por un pequeño detalle: mi gato-alien puede convertirnos a todos en extraterrestres. Tengo que impedir que se lo lleve la brigada antialiens (y, de paso, salvar a la humanidad). ¿Qué podría salir mal? ¡TODO!