Tras la paz posterior a Majin Boo, surge un nuevo peligro: Bills, Dios de la Destrucción, parte en busca de un rival digno y fija su mirada en la Tierra. Goku, inquieto por medir fuerzas, vuelve al combate y desencadena una cadena de desafíos que reabre la acción con escala “divina”.