Si nos preguntan qué hábitos de vida son saludables, todos diremos:hacer ejercicio y comer bien. Sabemos que esos dos factores mejoran lasalud y previenen numerosas enfermedades. Pero ¿sabemos qué impactotiene la actividad física ante el cáncer?La realidad es que tanto la propia enfermedad como el tratamiento, porsu impacto global, generan diferentes efectos secundarios que disminuyenla salud en las personas con cáncer. Efectos que, a largo plazo, puedenaumentar el riesgo de padecer otras enfermedades.En este libro, Soraya Casla nos acerca a los beneficios de la actividadfísica para prevenir estos efectos e incluso tratarlos y conseguir asíuna mayor calidad de vida.Ana Rosa Quintana ha dicho:«Nunca imaginé lo importante que ha sido el ejercicio en mirecuperación. Soraya Casla no solo es mi entrenadora. Es mi asesora».