El problema mente-cerebro constituye un desafío para la investigación científica y la reflexión filosófica sobre el ser humano. Se trata de la versión contemporánea de una cuestión secular: el problema alma-cuerpo. Con la precisión metodológica que le caracteriza, kant afrontó este asunto desde ámbitos complementarios; Pedro Jesús Teruel ha acuñado las expresiones "cierre escéptico" y "apertura crítica" para caracterizar la compleja aproximación kantiana al problema.