Cuando Audrey Casella llega para una estadía no planificada en el gran Hotel Ruby, está agradecida por el desvío. Apenas unos meses después de la muerte de su madre, Audrey y su hermano, Daniel, están en camino para vivir con su abuela, arrojados a la puerta de una extraña con ADN compartido porque su padre se está ahogando en su dolor. Audrey y su familia solo planean pasar la noche, pero la vida en el Rubí puede ser intoxicante, y extienden su estadía ya que el hotel proporciona distracciones interminables, incluido el apuesto invitado Elias Lange, quien hace latir el corazón de Audrey. Sin embargo, el hotel demuestra ser tan extraño como hermoso. Las reuniones nocturnas de lujo en el salón de baile son solo con invitación, y Audrey parece ser la única huésped que no tiene una invitación. En cambio, se une al personal del hotel en la azotea, captando susurros sobre el oscuro pasado del hotel. Cuanto más aprende Audrey sobre las nuevas personas que conoce, más crece su curiosidad. Ella está indecisa entre: la atracción de su pasado con su pérdida abrumadora, la promesa de un futuro que tiene poca alegría y un intermedio en un lugar que es mucho más de lo que parece. Y el capítulo 13 solo se agregará al misterio detrás del piso 13 del Hotel Ruby y lo que en última instancia, significa para Audrey.
