Los pequeños ratoncillos Lili y Henri aprenden a contar hasta diez, con ayuda de otros diminutos personajes como pulgas y orugas dibujados con huellas de dedos y manos. Gracias a sus colores afrutados y alegres, los más pequeños disfrutarán aprendiendo a escribir los números y a crear ellos mismos sencillas y divertidas figuras de insectos.