Cuando un juego de seducción entre un esposo y una esposa termina en la muerte, la pesadilla solo ha comenzado. "Y ahora la voz que habló no pertenecía a nadie más que a ella misma. Oh, Dios mío, decía. Oh, Dios mío, estoy completamente sola aquí afuera. Una vez más, Jessie Burlingame accede a someterse a los pervertidos juegos sexuales de su esposo Gerald, algo de lo que francamente ya ha tenido suficiente, y que nunca tuvieron mucho encanto para empezar. Demasiado para una "escapada romántica" en su apartada casa de verano. Después de que Jessie está esposada a los postes de la cama, y Gerald cruza la línea con su esposa, el día termina con consecuencias mortales. Ahora Jessie está completamente atrapada en una casa aislada junto al lago que se ha convertido en su prisión, y se encuentra cara a cara con sus miedos y recuerdos más profundos y oscuros. Su única compañía es la de las diversas voces que llenan su mente así como las sombras del anochecer que pueden ocultar una amenaza imaginada o muy real allí mismo.
